sábado, 27 de agosto de 2011

Sickly Bussiness.

Este toy es uno de los que más orgullo estoy.
La idea se me ocurrió un día corriendo por la city de Londres (que básicamente es como todos los centros de negocios de todas las ciudades del mundo) al ver a los ejecutivos como realmente parecían una caricatura de sí mismos.
Decía Bakunin que los militares, si no tuviesen armas e hiciesen guerras, serían sumamente graciosos con sus saludos, su medallitas y sus tontadas. A los ejecutivos les ocurre lo mismo, si no fuera por que son los que están contribuyendo de manera decisiva a destruir el mundo resultarían muy graciosos.
El único consuelo que nos queda al resto de mortales es pensar que ellos están encerrados en el mismo barco que nosotros y nosotras, por lo tanto, si esto se va a la mierda, no se van a salvar.
De ahí nace la idea de este toy, reírme de su estupidez; la energía nuclear, la nanotecnología o las armas serán un estupendo negocio que les hará ganar miles de millones, pero cuando el mundo se convierta en un lugar infecto e invivible (todavía más) ellos no tendrán más remedio que vivir rodeados de su propia mierda.

El nombre se lo debo al rapero Sage Francis y su disco sickly business pero le añadí una ese por que siempre he creído que esa palabra se merecía cuatro eses como poco.

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